domingo, 21 de diciembre de 2008

Bello Durmiente: crónica del rodaje

Ayer sábado 20 de diciembre del 2008, MediaPinta produjo el rodaje de "Bello Durmiente", el corto que tanto la autora del cuento original, Marina Dal Molin, como yo, llevábamos esperando desde hace algo más de un año (¡sí que ha tardado en poder hacerse!)

Primeramente pensé en grabar la escena 3 en el banco de un parque de Alpedrete. Pero ahí, paradójicamente se veía mejor de noche que de día. Además era una escena un poco íntima, y preferí que fuésemos al mismo sitio donde filmé hace tres años "Cuento Chino de Celina".
El sol estaba pronto a caer, pero nos dio un margen de 75 minutos para grabar, contando con las dos pausas de 15 minutos para los distintos maquillajes de los actores. Una prueba para mi responsabilidad de fotografía fue decidir cómo y dónde colocar las cámaras para que los actores no se vieran a trasluz, pues el sol desgraciadamente... estaba detrás. Por suerte, el asiento era tan amplio que pudieron ponerse en el brazo derecho del trono, y el sol ya no les iluminó desde detrás, sindo desde un lado. El chico debía besar las manos de la chica mientras miraba sus ojos, pero en una toma se quedaron mirando tanto rato que no me extrañaría que dentro de 9 meses naciera un ojito con patas.
Al final de la escena, Lucía se cargó una jara. Pero menos mal que se la cargó, si no se hubiese caído y estampado contra unas rocas que había en un pequeño desnivel.

Aunque todavía se veía, el sol ya nos había dejado hacía un rato. Fuimos (todos los desplazamientos en el coche de Manuel, el productor) al parque de las columnas, donde según el plan de rodaje teníamos que haber llegado 20 minutos antes, a las 18:00. Tras haber hecho la escena 3, ahora tocaba la 1. Cosas de los rodajes.
Empezamos con las tomas de Raúl: dando prioridad a sus tomas, nos asegurábamos no tener que molestarle para que viniera otro día por filmar dos detallitos de nada. Los actores se esperaban un corto más realista y dramático, pero Lucía vio que la cosa no era tan seria cuando le expliqué cómo tenía que hacer una toma:
"Mira, tú entras entre los árboles ahí, chanchanchanchanchanchan-channn... pírun. En plan comanche."

La parte de después del encontronazo con el árbol fue bastante emotiva para mí. Una emotividad introspectiva, pero impresionante en cualquier caso. Estaba mirando por el visor, con todo en panorámico, en blanco y negro, con una relativamente buena iluminación, y según veía los más mínimos gestos de los actores frente a la cámara... me preguntaba maravillado: "¿Esto lo estoy haciendo yo? ¿Hemos creado este momento entre todos?" Momentos como estos son los que pueden equilibrar una decisión ante la duda de rendirse y abandonar en la ceguera de unos días depresivos.

Este rodaje ha sido el mejor que haya experimentado. Doy las gracias a Lucía de la Fuente, por andar buscando la pareja cuando durante todo este año parecía que no habría chico; a Raúl Novillo por su buen hacer actoral; a Marina Dal Molin por cederme su cuento; y a Manuel, el productor de MediaPinta, por haber soportado el parto de la criatura.

¡Felicidades, Víctor, eres de nuevo padre de un precioso cortometraje!

Bueno, ahora la pospo.
VP_

viernes, 12 de diciembre de 2008

Bibliotequeando

Para un proyecto audiovisual, fui el otro día a la biblioteca pública de Alpedrete para ver si su directora me daba permiso para grabar unas tomas a modo de plano de recurso, sin actores: los personajes se añadirán luego digitalmente para no molestar con repeticiones y repeticiones de diálogos infumables a los usuarios de la biblio, que requerirán silencio. Tuve que rellenar una instancia al ayuntamiento para que la concejala de cultura decidiese si podíamos ir una mañanita discretamente.

Al día siguiente, para intentar adelantar tiempo de trabajo, fui con Manuel a la biblioteca "Sancho Panza" de Collado Villalba. Como es la biblio más pequeña que conozco en la zona, pensé que a nadie le importaría que tomásemos poco más que unas fotos a las estanterías. Pero no, aunque se tratase de la biblioteca pública más pequeña del mundo, aunque sólo cupiesen dos libros y uno de ellos se utilizase de puerta, siempre hay que pedir permiso para usar las imágenes.

Así que no buscaremos más sitios y estaremos con la oreja puesta en la respuesta para grabar esas tomas en la biblioteca de Alpedrete.
VP_