Estaba en mi casa y me llamaban al móvil. Había tanto ruido de la calle que no entendía bien lo que me decían, ni quién era. Miraba la pantalla del teléfono y un rótulo me indicaba: "LATÍN". Mi interlocutor me estaba hablando en plan Nostradamus o algo.
—Hola, ¿quién es? ¡No le entiendo! —decía.
Era difícil mantener la concentración entre tanto ruido. Al final me hablaron en español:
—Somos de la editorial... —inteligible.
—¡No le oigo! ¿Sois de Saco de Huesos?
—No.
—¿De Círculo Rojo? ¿AJEC?—me puse a decir al tuntún todas las que recordaba en ese momento.
Mientras, buscaba alguna habitación donde no se oyera el ruido. En mi cuarto, donde más. Al final me giraba para decirles a los del exterior que se callaran, y eso me sacaba del sueño.
EDITO: ¿O era Imprimátur?
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