Resentido de desamor, caminé bajo la lluvia, hasta que las gotas simularon ser lágrimas. Si además hubiera perdido la percepción visual de los colores, hubiera dicho:
"¡Qué vida más dramática!"
***
Antes de entrar al túnel, me crucé con dos adolescentes altos que caminaban juntos. Me aparté un poco para poder pasar los tres por la acera. Me pregunté: ¿por qué a mí por ir siempre solo me toca rozar el arbusto seco a un lado de la acera? Y una voz interior me respondió:
"No es que tú estés solo, es que los demás necesitan estar con otra gente para sentirse completos al cien por cien. Tú también a veces, pero no del mismo modo. Tú eres una persona íntegra. No necesitas fingir que eres como ellos, pues sólo provocarás conflicto."
Gracias, arbusto reseco del suelo.
***
A seguir escribiendo, que soy joven.
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