Mañana, martes 21 de agosto del 2007, es el día pactado con Alba para comenzar el rodaje de un nuevo corto dirigido por mí después de un año tocándome el bolo.
Este corto de nueva generación es
"Ágata y el Androide".
La semilla de este cortometraje es el cuento de Cervantes "El curioso impertinente", que está intercalado dentro de un par de capítulos del Quijote. Se trataba de cambiar el sexo de los personajes (porque prácticamente actores no tengo) y hacerlos enredarse a gusto. Pero quise escribirlo demasiado "profundo" y me estaba ya agotando. Así que decidí relajarme y esperar que me llegase la inspiración, y una tarde de paseo (con mi libreta a punto), escribí la esencia del nuevo argumento, que incluía un peculiar androide donde antes sólo había un novio inmutable. Total, pasé a limpio el guión y fui a imprimir una copia (4 páginas) a la biblioteca pública de Alpedrete... pero les había llegado un toner equivocado y no tenían tinta en la impresora hasta septiembre. Así que cuando me reuní con Alba, tuve que contarle el argumento de memoria:
Su primera impresión fue algo... escéptica.Por suerte, su opinión cambió cuando lo vio todo escrito en el guión que le copié a mano. Durante nuestra anterior "reunión ejecutiva", Alba me había dicho que no quería grabar la escena de exteriores en el campo porque le resultaba tonta y además no le gustaba estar entre bichos y rastrojos, así que el guión se quedó en 3 páginas; cortas pero intensas.
Después sucedió una cosa llena de sinergia y multidimensionalidad: la otra actriz del reparto iba a ser Lucía "El Mico", de Villalba (besos, chatina). Le comenté a Alba que Lucía tenía algunos problemas para asistir a filmar por la tarde, pero que un viernes por la mañana sí podría. Y de repente me encontré con que tenía a mi disposición a dos actrices para el personaje secundario: por un lado Lucía, y por el otro María, una amiga de Alba. Y oficialmente las dos tenían el mismo papel. Tuve que hablarlo con la Mico para ver qué le parecía la cosa, y menos mal que ella lo tenía difícil para venir de todas formas y además fue comprensiva con el "pudor interpretativo" de Alba.
Y así es como María Díez entró en el reparto.
El rodaje tenía que haber empezado el viernes pasado, pero como estuve esperándolas en la parada del autobus hasta media hora después de la hora acordada sin que recibiera ningún aviso suyo, lo di por postergado hasta que me llamasen o algo. Guardé los bártulos y me puse con otras cosas. 2 horas después me llaman: que las vaya a recoger a Los Chinos. Como ya no queda tiempo ni organización para filmar, me llevo un plato de "pizza pintádica" para dársela de probar a los muchachos de la piscina... y por el camino hablo con ellas. Cuando llego a los Chinos, ellas resulta que han dado un callejeo y estaban ya en mi portal. Vuelvo. Con el plato en las manos. Como parece que va a llover, las insto a pasar dentro.
¡Era una encerrona! Ahí fue donde empezó la escabechina de "críticas constructivas":
1 - La co-protagonista sale muy poco, y la protagonista demasiado.
2 - La co-protagonista no se llamará Fiestuki, sino Rosa.
3 - El androide tiene que ser un tío bueno.
4 - No aparecerán en los diálogos palabras técnicas tales como "sublimar" o "virgen santa". En su lugar se sustiruirán por palabras asequibles para la capacidad cognitiva de las personas "normales".
En fin, hoy tampoco hubo rodaje porque mis actrices/productoras tenían que ir a una fiesta de despedida para un amigo suyo que a lo mejor no volvía. Eso es algo que era necesario y celebro, y por eso no me quejo.
Pero el rodaje tiene que empezar algún día.
Y si es mañana martes, mejor.
VP_
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