sábado, 17 de febrero de 2007

Guion original de "La hija que se fue"

He aquí el guión de donde salió el segundo cortometraje de "Serie 49". Por supuesto, luego se cambiaron muchas cosas, pero precisamente por eso pienso que este documento es interesante:



El detective Domingo Feliz está sentado frente al ordenador. El asesino llega por detrás increíblemente repentino, como Norman Bates, y le pone el lacito: corte a título.
SERIE 49- EPISODIO 2
“LA HIJA QUE SE FUE”
Ella está atontada, mirando la nieve de la tv, cuando la tv se funde. Tarda unos segundos en apercatarse, e intenta encenderla otra vez, pero no puede. Entonces se despereza, y se va de la sala de estar. En la cocina, está dándole vueltas a la cucharilla del café, y se da cuenta de que tiene un sobre pegado en el brazo con cinta adhesiva.

En la casa del detective, éste está muerto, con la mirada inerte hacia el techo, y el teléfono suena. El asesino, que está muy próximo al aparato, responde por reflejo:
“DOMINGO”-¿Diga? -dice, y acto seguido se da cuenta de su error.
ELLA-Sí, ¿hola?¿Estoy hablando con Domingo Feliz, el detective?
Él mira el cadáver y responde:
“DOMINGO”-Sí, señora, está ud hablando con Domingo Feliz.
ELLA-Ah, pues mire joven, quería que se pasase mañana por mi casa, tengo un encargo para ud.
DOMINGO-Señora, ¿no sería mejor que pasara ud por mi oficina? Es que tengo un problema en el cuello y no me voy a poder mover en un tiempo. –dice el asesino mirando de reojo a su última piñata.
ELLA-(...) Mire, hijo, soy mayor y tengo un montón de dinero para ud si me resuelve este caso. Venga mañana a mi casa y no replique.
DOMINGO-Señora, exactamente, ¿de cuanto dinero estamos hablando?

“Domingo” llega a la puerta y llama al timbre, pero no suena. Entonces hace sonar la campanilla. Ella abre y le insta a entrar. Nerviosamente, se asegura de que no hay nadie mirando, y cierra la puerta detrás de él: salón.
ELLA-Y entonces miré a mi brazo y ¿a que no sabe lo que tenía pegado con cinta adhesiva?
DOMINGO-No.
ELLA-¡Un sobre con una carta dentro!
DOMINGO-Mmh.
ELLA-¡Y seguro que no sabe de quién era la susodicha carta!
DOMINGO-No.
ELLA-¡De mi hija! Mire, aquí la tengo –saca la carta doblada del bolsillo y se la entrega para que el detective la vea-, léala.

Domingo resuelve a leerla.
-“31 de Diciembre de 2004.
Querida mamá. Te escribo estas líneas apoyando el papel encima del televisor, pero seguro que tú no te habrás dado cuenta. Llevo varios años viniendo a casa por año nuevo y siempre estás viendo la tv. En realidad, en el mismo momento en que supiste que papá había muerto por aquel accidente, te fuiste derecha hacia el televisor y creo que lo has tenido encendido desde entonces. Quiero que sepas que estoy bien, me fui de casa poco después de aquello; me llevé prestado un poco de dinero de la tetera, para poder empezar a moverme por mí misma. El primer año que volví, pensé directamente en desenchufar el tv, pero tras tan largo trance, podría perjudicarte un tan brusco contraste. En ocasiones posteriores, ni siquiera me atrevía a entrar en el salón, porque no quería estar del todo segura de que siguieras allí. Pero siempre hay que avanzar de frente, y si lees esta carta, es que ya has despertado. Dame un toque cuando eso.
Tu hija, que te quiere.”

Se hizo un silencio. Ambos se miraron, Domingo pensando: ¿y qué querrá ésta?; y ella pensando: bueno, chavalote, ya sabes lo que tienes que hacer.
DOMINGO-Entonces, ¿qué tengo que hacer?
ELLA-¡Pues ir a buscarla, y traerla!
DOMINGO-¿No tiene ud teléfono?
ELLA-Sí, pero no es lo mismo... además, he pasado tanto tiempo viendo la tv que ya no me acuerdo de su nombre... Ahora corre, vete ya.
DOMINGO-Oiga, que yo cobro por adelantado.
ELLA-Sí, sí, cuando vuelvas con mi hija cobrarás por adelantado. –dice ella mientras lo empuja fuera de cuadro, hacia la salida.

Se ve como va en coche y para. Vuelve en la dirección de la que venía.
Volvemos de un fundido. Vemos una mano –la de Domingo- tocar la campanilla. Corte a la madre emocionada abrazando a Mona:
ELLA-¡Mi hijita! ¡Qué alegría! ¡Ya no me acordaba ni de tu cara!
DOMINGO-Señora, que ya me tiene que pagar por adelantado...
ELLA-¡Qué maleducado! ¡Interrumpir un reencuentro familiar! ¡Llévate tu dinero y vete, está en el sobre de la mesa del recibidor!
Domingo se va apresuradamente de escena como si nunca hubiera estado. Le vemos salir por la puerta con el sobre repleto.
MONA-Bueno, vieja, ¿qué hay de comer?
ELLA-Te he preparado “butifarra con munyetas”.
MONA-Ah. Qué bien.

***

Ha pasado un tiempo. Mona está barriendo en la toldería con desgana pero con empeño, canturreando una canción. Barre unas hojas y, tras reunirlas, las echa al césped.
Entra a la casa. Mamá está sentada. Celina también.
ELLA-Hija, quería hablar contigo de una cosa.
MONA-¿De qué?
ELLA-Verás, es que, ha venido esta mujer, y que dice que es mi hija, y digo yo que si sólo tengo una hija, una de las dos es una impostora.
MONA-Pero mamá, yo no puedo ser una impostora, soy tu hija... ¿no recuerdas haberme tenido a tu lado durante mi infancia? ¿Cuando jugábamos a la pita?
CELINA-¡Cállate, fraude con patas!
ELLA-Calmaos, calmaos... yo no soy muy buena para recordar caras, pero esto se puede arreglar de una forma...
CELINA-Por supuesto, con que mires un álbum de fotos sabrás la solución.
MONA-¡No hagas caso, mamá, es un truco!
ELLA-(...) ¿Cómo te llamas?
MONA-¿Cómo?
ELLA-Que cómo te llamas.
MONA-(...) ¿A qué viene esa pregunta?
ELLA-Desde que entraste en esta casa no te he llamado por el nombre, por precaución. Si sabes tu nombre demostrarás tu sangre...
MONA-(...) Mi nombre es Mona.
ELLA-(...)
CELINA-(...)
MONA-(...)
ELLA-(...) Perdonadme un momento...
Tras esto, ella se marcha de la cocina. Coge el teléfono y llama.
ELLA-Fernando, hijo... hola... sí, sí por eso no te preocupes... oye, quería preguntarte, ¿cómo se llamaba tu hermana?...
Meanwhile, un enfrentamiento está sucediendo entre los 2 titanes: Celina se aproxima a Mona, que sale afuera... Celina saca un palo mágico de su espalda y ataca. Mona se defiende con la escoba.
CELINA-Jamás me arrebatarás a mi madre. Es la única persona que alguna vez me mostró cariño.
MONA-Si no la hubieras abandonado, nunca se habría enganchado al televisor. Pero quietecita te salía más barata, ¿verdad?
CELINA-Te vas a ir de esta casa... aunque sea con loS PIES POR DELANTEEEE!
Hay un fuerte choque de repulsión de palos. Mona intenta partir a Celina los pies por un lado, y Celina salta. Mona aprovecha que en el aire Celina es un blanco fácil y la ensarta. La deja en el suelo.
Entra en escena Ella;
ELLA-Oídme, ya sé quién es mi hija: es... (...) bueno, esto es más elocuente.

Ya dentro, en la cocina, con sendas tazas:
MONA-Siento mucho haberla intentado engañarla acerca de mi identidad.
ELLA-No pasa nada. Mi hijo me explicó que en realidad yo misma eché a mi hija de casa, por mala.
MONA-¿Tan mala era?
ELLA-Sí. Parece ser que ya desde pequeña se le veía algo distinto al resto de los niños... algo maligno. Mientras todos los niños del barrio se reunían y jugaban juntos a juegos sanos propios de su edad, como escupir a los calvos desde los balcones, Celina jugaba a solas.
MONA-Bueno, eso no es malo. Quizá había una importante diferencia intelectual y con los de su edad se aburría.
ELLA-Sí, yo también lo pensé. Pero es que cuando estaba a solas, jugaba a las inmobiliarias.
MONA-¿De verdad?
ELLA-Así como te lo digo.
MONA-Pues si que tenía un alma corrompida...
ELLA-Sí... pero ahora todo eso ha pasado, y tú vas a ser mi hija a partir de ahora.
MONA-Vieja... (...) pero, ¿qué va a pasar con el cuerpo de Celina?
CELINA-¿Ésa? Por eso no te preocupes, mañana llamo al jardinero. Jajajajajaja...
Se abrazan, y tras suspirar al unísono, se ponen a mirar felices al techo como dos bobas.
FIN

No hay comentarios: