lunes, 5 de febrero de 2007

SERIE 49_2: "La hija que se fue"


Después del primer corto, había que continuar "Serie 49". En la lista de títulos de mi libreta de infancia, en segundo lugar estaba "Viaje a Argentina". Examiné la situación... en mi taller de teatro tenía 2 compañeras argentinas, Meli y Laura (Bea no contaba porque no conservaba el acento). El título me inspiraba la historia de Marco, el niño que fue de los Apeninos a los Andes para buscar a su madre. Pero como era todavía muy pronto para filmar en exteriores (las road movies dependen de las baterías de la cámara), pensé mejor en que un tercer personaje fuera el encargado de ir en busca del familiar perdido... que me cuadraba más que fuese una hija:
"La Hija que se fue".
Es un título muy camp, que es lo que yo quería hacer. Aunque creo que en algunas escenas no me salió bien. De Asunción Balaguer tenía el permiso de filmar en su casa, donde se grabaron TODAS las escenas (incluída la del coche que iba y volvía, filmada desde la balconada). Y al final, no sé cómo me las maravillé, pero también ella interpretó un papel de peso en el corto.

Para interpretar a la Hija, yo quería a Laura, pero cuando empecé la selección de reparto no pude contactar con ella. Así que el primer día de rodaje la sustituyó mi madre: la peor actriz que pueda existir sobre la faz de la tierra. El rodaje empezó el 11 de mayo del 2005, con las escenas de la discusión en la cocina y la posterior batalla en el jardín. Aunque mi madre se reía todo el rato, todavía fueron bastante aprovechables las tomas de Asunción y de Ángela Fernández. Fue un día muy divertido, incluso dió para experimentos muy interesantes, como esta batallita que aproveché del material descartado:




10 días después, filmé con Alfonso Moreno (el prota del primer corto) y con mi padre la escena primerísima en orden de montaje. Fue ahí cuando descubrimos que los teléfonos móviles causan interferencias en las filmaciones. Pero lo arreglamos... llamando desde un fijo en otra habitación, jeje...
La mesa donde el detective Domingo Feliz está sentado con su lupa de Sherlock Holmes, en realidad estaba 90º contra la pared, pero la giramos entre todos para que quedase más cinematográfico. También apartamos una placa honorífica de Paco Rabal, porque Alfonso quedaba reflejado en su superficie antes de que entrase en el campo visual, y entonces no daba sorpresa. Y los archivadores que aparecían al fondo eran de fotos de sus películas. A Paco le hubiese divertido mucho todo esto.

Si se deshinibiese al actuar, Alfonso podría ser un actor de actores: tanto la soga del crimen como los guantes amarillos, la piruleta cardioforme y el coche setentero que aparecen a lo largo de la primera mitad del corto, son de él. Mención especial a Virginia, que le planchó bien planchaditas unas chaquetas para hacer de detective, y al final yo quería una chaqueta arrugada. También le agradezco a mi padre que hiciera de detective suplantado.

4 días más tarde, aproveché una tarde y grabé con Asunción unas tomas. Con una actriz como ella se trabaja rápido: sólo le hizo falta una toma para hacer la escena del televisor hipnotizador.

Por fin, el 28 de mayo se incorporó al rodaje Laura Montaperto, mi compañera de teatro, la que yo había elegido al principio. creo que no llegó a entender del todo lo que yo consideraba que era el personaje de Mona, pero lo hizo mucho mejor que mi madre, a quien tendría que hacer firmar un contrato para nunca más haga de actriz bajo ningún concepto. XD

8 días después, Alfonso actuó junto a Asunción Balaguer en la última escena antes de que llegue a la casa Mona. No sé si se entiende que la trae él, porque nunca llegaron a coincidir los actores de la primera mitad del corto con los de la segunda. Es lo que sucede cuando las actrices te actúan gratis, que tienes que rodar cuando ambas puedan.

El último día de rodaje fue el 9 de junio del 2005, casi un mes después de comenzar. Ese día sucedieron todos los fallos de continuidad: por un malentendido, tanto Laura como Ángela vinieron al rodaje con ropas distintas a las que utilizaron en las ocasiones anteriores. Intentamos subsanar la situación como pudimos: a Ángela la hice ponerse encima una chaquetilla al revés para que se la quitase justo antes de la épica batalla, mostrando lo que sería su "traje de combate"; Asunción también llevaba otras ropas, pero como estaba en su propia casa, no tuvo más que ir a su armario y cambiarse. Pero en el caso de Laura... no me di cuenta hasta que tenía el cortometraje a medio montar.

Si hubiese que dedicar este corto a alguien que no fuese Asunción, sería a Ángela, por su santa paciencia. Fue la actriz que más se sacrificó: le hice ensartar con una escoba; le hice subirse a una silla para simular un supersalto; le pringué toda la cara de ketchup para fingir la sangre, y además al final esas tomas no salen en el montaje final... Incluso cuando cayó al césped ante una crecida y violenta Mona, ahí se cayó de verdad y se llegó a golpear la cabeza. Y encima le dije que la caída me había parecido poco convincente:
--"¡Víctor, tú lo que quieres es matarme de verdad!"-- me replicó ella.

Tan sólo 6 semanas después, comenzamos el tercer corto, pero esta traté a mi actriz Ángela mucho mejor, si bien traté mucho pero a su personaje.



Serie 49 - nº 2
"La Hija que se fue"


PRIMERA MITAD



SEGUNDA MITAD

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