Entré al facebook y vi el estado de un contacto que es editor literario: "Me han cortado el pelo". En su foto de perfil aparecía posando echado en una bañera vacía, escribiendo con su portátil. Como si fuera su costumbre usarlo ahí. Algunos se abren una cuenta para esto. Bueno, la cuestión es que a mí no me habían cortado el pelo, me lo había cortado yo mismo. Me piqué, dejé mi portátil fuera de la bañera (yo también soy guay) y cogí la cámara. Tal como yo estaba, lo original era hacerme una foto carnet. No pensé que después de cicatrizado se vería así mi cuello: como un único labio con motitas y un par de agujeros para respirar. Era todo un poco macabro, pero me tomé varias fotos por si alguna salía movida o desenfocada.
Al final se me olvidó subir el decapitado retrato al perfil. Si es que ya no sé ni dónde dejo la cabeza.
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