Pinzamientos, sentido rival,
locura que me crece raudo para amargar-
me y verme así privado de la lógica entera:
tan sólo el corazón cerrando se recupera.
¡Muere, orgullo! ¡No quiero pensar!
Si eso significa que les pueda odiar.
Que sean para el menda sólo estatuas sin yeso,
sólo cráneos sin seso,
sólo sepan andar.
No quiero que se acerque ese fuego que temo y
me caliente el alma, ya me voy a quemar.
Veremos si en silencio, diluyendo embeleso,
percepciones ya cambian y me puedo acostar:
para que venga venga el vacío que quiero
y que tenga tenga aquella tranquilidad.
Tan sólo no me empujes,
no me violes,
no mejores
en tu eterna escalada a la mediocridad.
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