Os pondré los dibujos en orden cronológico de producción:
Primero, la mítica carátula alternativa para aquel vídeo de Mazinger... con unos 9 años. No es que se haya conservado muy bien, pero mantiene su encanto naïf con esas ovaciones al robot de Kabuto y los abucheos a los brutos mecánicos del Dr. Infierno.
Ahora, dando un salto temporal, nos plantamos hace solo 3 años, conmemorando las bodas de plata de mi tía, y la caricatura que hice de la foto familiar. Yo soy la cabeza mutante con perilla que sale por la derecha de la cabeza de mi madre.
Un poco más recientemente (no estoy seguro si hace 2 años o uno y medio), me dio por intentar copiar a lo bruto el issue nº1 de Fantastic Four de 1961, para de ese modo asimilar algún que otro truco del rey Kirby. Al final me era muy complicado copiar de las páginas que se encontrasen a la izquierda del tomo sin doblar el lomo ni las hojas, así que sólo copié unas viñetas del principio.
Esto fue en septiembre del 2006, en una clase de dibujo en la que nos dieron un texto y teníamos que ilustrarlo. Este dibujo es el segundo boceto, con una Muerte que se parece al hombre sin cara de "El viaje de Chihiro". Al profesor pareció molestarle bastante que hiciese el boceto si marcar los márgenes, porque se empeñó en marcarlos él mismo. En fin, yo no le hice encajonamiento porque era capaz de verlo sin dibujarlo. Si se hubiese tratado del arte final, sí, entonces sí sería más adecuado hacer los márgenes, pero en un boceto hecho tomando los propios límites del folio como paralelas desde las que ver un márgen a unos determinados milímetros... como que no haría sino retrasar el trabajo.
Bueno, ya da igual. Era un boceto bonito.
Estas son ni más ni menos que fotografías rotoscopiadas.
Vamos, fotos calcadas.
Son del mes pasado ya
Y estos son los gatos que dibujé en una visita que hice a un taller de cómic de Villalba.
Eran gatos sin pelo, y había que justificarlo:
El de enmedio es César, un gato que vive en una aldea africana en la que ni siquiera tienen transistor de radio, por lo que aprovechan la receptividad magnética de su cola para escuchar a través de él las radionovelas y demás. Cuando se acaba la radio por la noche, César deja de estar poseído por las ondas y recupera la lucidez. Pero cuando ya está a punto de escapar de la aldea, siempre intercepta otra señal radiofónica y se convierte de nuevo en el transistor municipal. El gato que habla palabras ajenas.
Terminando por hoy, la tarjeta que hice para un albañil que vive en Collado Mediano.
El ladrillo no tiene agujeros porque estuve hasta el último momento dudando de dónde dibujarlos. Y la paleta la copié en vivo de un modelo real. (jur jur).
En fin, si queréis trabajitos de albañilería y construcción, llamad al
620 34 51 17
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