Hice esta ilustración basándome en un hombre que vi en el Metro. Su semblante, su porte, todo transmitía tristeza y abatimiento. Y sin embargo, a pesar de lo gris que parecía, su corbata era grandísima y de un intenso brillo rojo. Parecía que había olvidado que dentro de él existía un fulgor arrollador, o que dentro de él había una lengua devoradora que nunca podía calmar su ansiedad.
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