Para escucharlo leído por mí:
http://audioracoon.com/audios/ficha/%C2%A1son-zombies-son-zombies/491
La marabunta de monstruos subía rápidamente por las escaleras del viejo edificio. Por más que les disparaba al corazón, se levantaban como si nada. ¿Por qué me perseguían? ¿Y por qué no se mueren?
Aseguré los cerrojos de la puerta, algunos destrozados. Quizá hubiera sido buena idea entrar en el apartamento sin forzar la puerta. Parapetándome tras el sofá con mi escopeta, esperé a que todo terminase rápido. La estampida pasó de largo hacia las plantas superiores. Podría despistarles si escapaba en ese preciso momento.
Legañoso, el anciano dueño del piso salió de un dormitorio. Ni siquiera llevaba la dentadura postiza. Mientras yo salía por la puerta, aulló:
— ¡Ouuuuuuuuaaaaaaa!
Me persiguió escaleras abajo, hasta que le perdí callejeando.
Horas después, me refugié en una fábrica aparentemente abandonada. Pude descansar durante esa noche, pero al amanecer desperté sobresaltado por el ruido seco de una llave abriendo el portón. Los dueños de la fábrica me habían sorprendido aún durmiendo. Les tumbé disparándoles a la altura de las billeteras. Eso me dio tiempo para recoger mis cosas y huir. Ya saltando la valla, los hombres se levantaron, chillando:
— ¡Okuuuuuupaaaaaaa!
2 comentarios:
Esta chulo, pero. ¿Los zombis pueden abrir puertas con llaves?
Los zombies no pueden abrir puertas con llaves... ;)
Se puede leer de otro modo también.
Publicar un comentario